Exigimos acciones tangibles a los supermercados, los gobiernos nacionales y la Unión Europea, para mejorar las condiciones de trabajo en el sur global y para disminuir el impacto ambiental a lo largo de la cadena de suministro. Los supermercados tienen que asumir la responsabilidad por las circunstancias en que se producen sus marcas propias. Los gobiernos tanto en países productores y consumidores necesitan adoptar una legislación que garantice que los supermercados respeten los derechos humanos y de los trabajadores a lo largo de sus cadenas de suministro y actuar de una manera responsable frente a los problemas ambientales.
Qué queremos:
- Derechos laborales: Los supermercados tienen que adoptar un código de conducta que garantice unas condiciones de trabajo dignas e incluye todos los convenios de la OIT-. Esto también es válido para todos los subcontratistas a lo largo de la cadena de suministro.
- Diálogo Multi-Stakeholder: La implementación, el seguimiento y la verificación del cumplimiento con el código que debe garantizarse mediante el trato directo con los sindicatos y grupos de derechos laborales en una iniciativa de múltiples partes interesadas creíble (MSI). En ausencia de un MSI optar por un sistema de certificación creíble de productos como un primer paso. Además, los supermercados tienen que utilizar su poder e influencia para mejorar los sistemas de certificación.
- Protección del medio ambiente: Los supermercados tienen que hacer esfuerzos proactivos y continuos para disminuir el impacto ambiental a lo largo de sus cadenas de suministro.
- Finalizar la fijación de precios manipulados (márgenes negativos etc.): Hay que poner fin a los precios distorsionados!